ELOGIO A UN ÁRBOL DE NOGAL

Un pintor junto a un árbol

Edisson Arciniegas es un hombre nacido en el pie de monte amazónico, entre lluvias, vientos y nubes, cerca de un apu. También tuvo la suerte de haber crecido próximo a un río, el silencioso rio Pasto, y desde su ribera alumbrarse desde siempre con la sombra de un viejo árbol de nogal. 

Este hecho le generó un nexo ancestral con la naturaleza, con lo vegetal. De ahí que no resulta extraño que ahora, como en un ritual de agradecimiento, le cumpla a ese pequeño paisaje que ha cubierto toda su edad, y particularmente a ese árbol que le obsequió el contorno de sus recias hojas, su estatura y fuerza. 

Un nogal puede ser todo lo vegetal en nuestros pueblos, su cercanía no solo es saludable, también es amistosa con los vecinos que aprovechan su maderamen, sus frutos, y por último su tinte. El maestro Arciniegas, pintor de convicción, le ha ofrecido en su promesa, una pequeña oda plástica.

Por eso aquí está, en este valle junto al Galeras, la voz visual hablándole, el canto textural cantándole a un nogal, a su estancia, melancolía o nostalgia, a su pasado y su futuro. Al recio tronco, a las hojas, que una con otra son, si se quiere, un boscaje sencillo, trémulo o victorioso. Sin policromías, sino con el tono de la pintura del aprecio y la reciedumbre del artista respetuoso, amigo de la naturaleza.

Y aquí están: un árbol que puede ser mejor que un hombre y un hombre que puede ser más leve que un árbol.

Como buen pintor escudriñó oportunamente día a día a ese amigo vegetal y lo plasmó en esta oda, dedicada no solo al árbol, sino a toda su significación, en nuestra época en la que la naturaleza esta venida a menos y el hombre tendrá que cambiar su relación obligatoriamente a la salutación y la humildad. 

Y no se trata de reproducción de los valores cromáticos, se trata de presentarnos una imagen y cuanto ella pueda invitarnos a vivir a la sombra de las hojas, como en todo inicio de la vida, en su clima. Como todo paisaje humano debería ser: un pintor junto a un árbol.

Osvaldo Granda, curador

Pasto, septiembre de 2023